domingo, 5 de agosto de 2012

Subida al Cerro del Buitre

Cumbre del Cerro del Buitre

Datos de la ruta

Punto de inicio
Collado del Laude
Altitud máxima 
2020m
Tiempo de ascensión/descenso
3h15m
Dificultad 
Media
Longitud
11km
Desnivel
615m

Buenas compañeros/as de montaña

Ya le tenía yo ganas a esta cima, la cual veo cada día nada más salir de mi casa, pero que por unas cosas o por otras aún no había tenido la ocasión de ascender. Así que hoy domingo día 5 de agosto ya tocaba. Para la descripción de la ruta voy a tomar prestadas las palabras de Agustín García Martínez, en cuyo libro "Sierra de Castril: guía del excursionista" podremos disponer de esta y otras muchas rutas por este nuestro fantástico parque natural. 

Recorrido

Partimos del collado del Laude (1406m), zona en la que vemos un panel informativo sobre la ruta. Salimos del inicio en dirección OSE, y al instante encontramos una divisoria de senderos marcada con un hito de madera, a unos 30m del inicio, que nos guía hacia la izquierda. Ascendemos acompañados por una vegetación de romeros, enebros, mecheras, algunas aulagas y pinos laricios. En el entorno dominan las zonas aclaradas; el camino está trazado con bastante nitidez y va jalonado a ambos lados con sendas hileras de piedras. En breve damos vista al barranco de los Quemados, al que vamos siguiendo por la ladera derecha.
Pasamos por una zona en la que el monte bajo es dominante, y al frente, arriba, se nos presentan buenas vistas de las crestas en las que se sitúan el Tejos y el Tornajuelo. El camino sube pendiente y vamos ganando  altura poco a poco, de forma que a lo lejos podemos divisar el Jabalcón y, tras él, las sierras de los Filabres, de Baza y Sierra Nevada. En un momento determinado, la pendiente amaina, cuando estamos próximos a una mancha de pinos laricios, pero una vez que hemos atravesado este pequeño pinar, la senda se empina de nuevo y sube trazando un zigzag por la inclinada ladera. Después, el sendero gira a la derecha y pasa al pie de un canchal que se extiende al pie de unos roquedos. Al atravesar éste, tendremos que estar atentos para no despistarnos, ya que aquí el camino se desdibuja en un pequeño tramo. Pero pronto aparece en la parte superior otro poste de madera que nos reconduce por la senda adecuada. 
Tras ganar altura, la vereda llanea para acercarse a otro barranquillo y avanzar por una zona en la que abundan los agracejos, cojines de monja, majuelos, etc. En breve alcanzamos un pequeño collado desde donde nos asomamos al barranco del Laude, y damos vista a la Sagra, en dirección ENE. Continuamos el ascenso por una zona aclarada, y en dirección SSO, se divisan el Jabalcón, la Sierra de los Filabres, la Sierra de Baza y Sierra Nevada. Conforme ascendemos, la presencia de cojines de monja va siendo más frecuente, y en breve llegamos a unas preciosas praderas, a partir de las cuales nos internamos en un denso pinar de laricios, el pinar de las Potras. Ahora, a la derecha y abajo, se nos presenta un primer plano estupendo del Barranco del Laude. A partir de aquí, el camino llanea bajo la densa sombra del arbolado, y a nuestro paso es frecuente oír el canto de algunas aves como los carboneros garrapinos, los mirlos, los pinzones, los herrerillos o los piquituertos.
Llegado un momento, el sendero inicia una repentina y corta bajada para atravesar un pequeño barranquillo y, a partir de aquí, continúa con pequeñas subidas y bajadas hasta llegar al barranco del Laude. A lo largo del camino, siempre encontramos éste bien señalizado con hitos de madera y piedras en sus laterales. Al atravesar el cauce del incipiente barranco del Laude, la vereda empieza a remontar, y a unos cinco metros del cauce encontramos una peguera, junto al camino, que presenta el aspecto de un pequeño cono volcánico y cuyo interior se encuentra bastante colmatado. Su boca está rodeada por cinco pinos laricios que crecen aquí, aprovechando la abundante tierra de sus refuerzos laterales. En este antiguo horno aún podemos apreciar sus paredes internas recubiertas de arcilla, la cual actuaba como elemento refractario para que en su interior se alcanzaran altas temperaturas y se pudiera obtener la pez, de las teas y otras partes del pino que se cocían en su interior. Estos hornos, por lo general, se encontraban siempre próximos a algún arroyo o a alguna fuente. 
Seguimos el camino de ascenso, y en breve llegamos a otra divisoria de senderos con un poste y tablillas indicadoras de direcciones y distancias; por la derecha nos separa una distancia de 3,4km del sitio de donde partimos inicialmente, mientras que por la izquierda nos quedan 2,2km hasta coronar el pico de Buitre. El camino de la derecha será el que tomemos en nuestro regreso, pero ahora continuaremos por el de la izquierda para seguir ascendiendo de forma suave, en paralelo al cauce del Laude. En un momento determinado observamos que el arbolado se pierde casi por completo y la vegetación dominante está integrada, ahora, principalmente por cojines de monja, que forman un extenso alfombrado por toda la ladera antecesora del Buitre. Estamos ante un magnífico piornal de alta montaña inducido por el hombre, que desde tiempos pretéritos deforestó la zona a fin de obtener praderas para que pudiera comer el ganado como el que por aquí se da cita cada año en primavera y verano.
Proseguimos y el camino se va aproximando de nuevo al lecho del barranquillo, a la vez que por la izquierda, al otro lado de éste, podemos ver unas corraletas para el ganado y dos magníficos arcos ventana (Cuevas Bermejas), labrados en la caliza. Aquí el agua ha tallado en la roca una caprichosa y sublime obra de arte, que pasa a engrosar la amplia nómina del patrimonio geológico de estas sierras.
Continuamos ascendiendo, siempre por un magnífico sendero, y pronto pasamos a la altura de una pequeña parcela encharcada y cercada, con abundantes plantas del género Carex. A partir de aquí, el sendero se empina mucho y finalmente nos conduce a unas magníficas praderas, los Prados del Buitre, en las que nuestro sendero va delimitado por dos hileras de piedras hasta llegar al collado próximo. De esta encrucijada de caminos, el de la izquierda nos conduce a la cercana caseta donde se refugian los pastores, y en la que su interior existe una cocina con chimenea y un dormitorio. Nosotros giramos aquí por el ramal derecho y en breve llegamos a unos bebederos de cemento, los tornajos del Buitre.
Avanzamos y un poco más adelante, a unos 20m, aparece a la izquierda la fuente del mismo nombre, con lo antiguos tornajos de madera, actualmente inutilizados. El camino sigue ascendiendo, para atravesar poco después un barranquillo, mostrándonos posteriormente vistas de la Hoya de Baza, el Jabalcón, Sierra de María... En estas cotas vemos numerosos pinos bandera, que nos indican con su forma de qué parte soplan los vientos dominantes. A partir de aquí, ya solo nos queda un pequeño e inclinado tramo hasta llegar al cercano Pico del Buitre, cuyo vértice geodésico distinguimos ya en su cima. Una vez que lo coronamos, las vistas son grandiosas y desde aquí se nos presenta la siguiente panorámica: al O, el Calar de Juana; al ONO, tras las sierras de Cazorla, las lomas de Úbeda; al NO, Villacarrillo e Iznatoraf; al N, el Empanadas; al NNE, el Tornajuelos; al ENE, emerge la Sagra como una gran pirámide; al E, las sierras de Orce y de María; al S, el Jabalcón y, tras éste, la sierra de los Filabres, con la silueta de su tética piramidal; y al SSO, Sierra Nevada.
Inmersos aún en un estado de embriaguez ante tanta panorámica, iniciamos el descenso por el mismo camino, hasta que llegamos al desvío del pinar de las Potras, el que hay en las proximidades de la peguera. Aquí continuamos por el sendero de la izquierda y nos adentramos en un frondoso pinar. Al salir de éste damos vista, de inmediato, al embalse del Portillo, con Castril en sus proximidades, y a la extensa Hoya de Baza; también se nos presenta una impresionante panorámica del Barranco del Laude. Ahora, conforme descendemos por la loma de la Minibarra, las sabinas se van haciendo cada vez más frecuentes en las zonas aclaradas y pedregosas; también abunda el piorno fino. En algunos tramos de bajada, la senda se pierde debido a la gran pegregosidad de la zona, por lo cual tendremos que estar atentos para no despistar la vereda. En cualquier caso, la acabaremos retomando y en breve llegaremos al collado de las Tablas. Al llegar a éste giramos a la derecha y el sendero nos baja hasta el lecho del barranco del Laude. Una vez atravesado éste, ascendemos por este antiguo camino de herradura en el que podemos ver algunos tramos con sus refuerzos laterales de piedra. Pronto empezaremos a descender de nuevo, para adentrarnos en un extenso rodal de pinos laricios. Al salir de la frondosidad de éstos, afrontamos un último tramo en el que el arbolado se aclara y son frecuentes los romeros y enebros. Al instante llegamos a nuestro punto de inicio.

Hasta otra...

La luna vigilaba mis pasos en la subida


Cima del Buitre, a 2020 metros sobre el nivel del mar


Posando con el Tejos a mis espaldas y, al fondo, Sierra Nevada


Vértice geodésico del Buitre


La "isla" de Jabalcón emerge entre el mar altiplanense


Pico Cabañas (2028m) en la parte central de la imagen


Tirando de zoom al Pico Empanadas (2107m)


Refugio de los Prados del Buitre desde la cima


Con vistas a la reina de la comarca; La Sagra


Las Almontaras (mi pueblo) desde la cima


Una imagen que lo dice todo; paisaje espectacular


Alto de la Cabrilla, otro de los techos de estas montañas


Con vistas a la cima del Buitre desde al antecima paralela


Una muestra de la abundante geología de este parque natural


Embalse del Portillo


Tornajos del Buitre


Arco doble ventana


Collado del Laude con su picón, principio y fin de la jornada montañera de hoy


Cerro del Buitre desde el Embalse del Portillo

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