Buenas compañeros/as de montaña
El pasado morisco de nuestra zona se hace patente en la gran red de atalayas que conforman la comarca. Dentro de nuestra aventura no podíamos pasar por alto tales construcciones vigías, y así sin más demora nos decidimos por "atacar" la primera de ellas; la Atalaya del Campo - Botardo. Esta atalaya es una torre óptica de época nazarí, situada en el término municipal de Huéscar.
Se localiza en la zona conocida como Botardo, al este del núcleo de Huéscar, junto a una pista forestal que llega hasta la Puebla de Don Fadrique. Formaba parte del sistema defensivo del reino nazarí, teniendo conexión visual con la atalaya de Sierra Encantada y con las de Orce.
Es de planta circular, construida en mampostería con argamasa, sobre una plataforma de piedra, con una disposición irregular de las piedras, que no forman hiladas. Es maciza en su cuerpo inferior, y está derruida parcialmente, quedando en pie solamente su cara norte. Aparentemente, su exterior estuvo enfoscado. En la parte superior, se dispone una habitación.
Y después de esta lección de instituto, una mañana de domingo desayunamos como es debido para dirigirnos seguidamente a nuestro destino; la atalaya de Botardo. Cogimos el coche y dirección a la Puebla de Don Fadrique, por un desvío de tierra que queda a la derecha, nos dirigimos hacia un cortijo situado entre la Cañada de Murcia y la Cañada de San Antonio, y desde ahí, campo a través y ascendiendo el cerro que da nombre a esta atalaya, nos plantamos en esta tras media hora de paso tranquilo. Una vez arriba la sensación de estar en un pasado muy lejano es increible y para mi, de hecho, es una satisfacción maravillosa. Las vistas, que duda cabe, son geniales y podemos contemplar la blanca Sierra Nevada en el horizonte (en un día claro) y Huéscar, con la imponente colegiata en su haber, además de una larga lista de puntos geográficos no menos importantes. A unos pasos de la atalaya se localiza el vértice geodésico de Botardo, con una cota máxima de altitud de 1160m. Y una vez que hemos comtemplado la atalaya, de la que por cierto no hay mucho que ver, iniciamos nuestra bajada por un camino en umbría, teñido de blanco tras la escarcha de hacía unas horas y así, tras 20 minutos de caminata, llegamos de nuevo al cortijo, dando por concluida la jornada de hoy.
Hasta otra...
Hasta otra...
Con vistas de Sierra Nevada y parte del altiplano.
Parecida situación, pero esta vez soy yo el modelo, y digo modelo porque iba en vaqueros y convers, así que un punto extra de esfuerzo ;)
Atalaya del Campo - Botardo y Huéscar al fondo.
Hacia el vértice geodésico (1160m).
Pasado y futuro...
Descenso helado.
Bibliografía:
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