Datos de la ruta
Punto de inicio
La Cebadilla
Altitud máxima
3371m (Alcazaba) 3482m (Mulhacén)
Tiempo total
Unas 14h
Dificultad
Alta
Longitud
En torno a 40km
Desnivel acumulado
Cerca de 4000m de desnivel positivo
Buenas compañeros/as de montaña
Qué mejor manera de celebrar la Semana Santa que en Sierra Nevada. Después del parón obligado de estas semanas atrás, era el momento ideal para volver a la montaña, y de qué manera. En esta ocasión me acompañaría un "arqueólogo correcaminos" al que coloquialmente llaman Paquito Sevilla. Parece ser que los dos estamos prácticamente igual de "idos de la cabeza", así que tras una planificación concienzuda de la ruta, cogimos el coche un lunes por la mañana y abandonamos la capital para adentrarnos de lleno en la Alpujarra granadina, un pequeño rinconcito de nuestra provincia con un encanto natural y cultural más que sobresaliente. Y tras unos cuantos minutos de coche y cientos y cientos de curvas, las cuales me provocaron una pequeña borrachera particular, llegamos a nuestro punto de partida: la central eléctrica de la Cebadilla, la cual pertenece la municipio de Capileira. A partir de este punto nos esperaban unos 40km de trekking y alpinismo puro y duro. Así que sin más dilación las Salomon comenzaron a caminar, adentrándonos poco a poco en el monumental Barranco de Poqueira, un lugar lleno de vida, con vegetación, fauna y agua por todas partes, y con una orografía muy particular y bella. Paso tras paso fuimos ganando metros. Y así, casi sin darnos cuenta, llegamos al Refugio Poqueira. Aquí descargamos ligeramente la mochila y nos pusimos nuevamente en marcha, dispuestos a conquistar el Mulhacén, esa cima que con el simple hecho de nombrarla ya provoca respeto a la vez que admiración. Escogimos la ruta del Rio Mulhacén, la más corta pero a la vez la que más desnivel tiene. La nieve no tardó en hacer acto de presencia. Nos calzamos los crampones y a seguir tirando millas. Tras poco más de una hora nos plantamos en la Caldera y en el Collado del Ciervo, un fantástico mirador natural a más de 3000m de altitud. La niebla quería acompañarnos en nuestra ascensión, e incluso la nieve quiso estar presente antes de acometer la subida por las rampas de la cara oeste del Mulhacén. Total, amorrar la cabeza y aquí no ha pasado nada. Esa fue la manera de llegar al punto más alto de la península. Toda la cima para nosotros solos. Increíble. Jamás me cansaré de esta cumbre, y no por el hecho de que sea la más alta de la península y la segunda de España, sino por las sensaciones que provoca dentro de mi. Para todos aquellos a los que no os gusta la montaña es difícil entender algo así, pero es muy simple: subir, sufrir, hollar la cima, levantar la cabeza, respirar hondo y disfrutar. En fin, un momento mágico. Fotos, un pequeño tentempié, un poco de descanso y la vuelta, esta vez por la Loma Mulhacén y pasando por el Mulhacén II. Un descenso cansino y campo a través hasta el Refugio Poqueira. Una vez allí, ya tuvimos tiempo para acomodarnos y disfrutar de un bonito atardecer a 2500m de altitud. Un poquito de ajedrez (vaya paliza le metí a Paquito) y una cena de 10. Así concluía este día. Al día siguiente, y tras desayunar como mandan los cánones, nos pusimos en marcha dispuestos a plantar nuestros pies en la Alcazaba, un emblemático bastión natural que se erige como la sexta cima más alta de España con sus 3371m. Comenzamos la ascensión por la Loma Mulhacén, concretamente por un tramo que en pocas decenas de metros salva un desnivel de casi 500m. Nuestro desconocimiento del lugar hizo que no nos desviáramos hacia Siete Lagunas en el momento adecuado. Y también la niebla, la cual se metió sin previó aviso y no nos puso las cosas nada fáciles. Por cierto, vaya nevadón nos cayó. Si no llega a ser por Paquito, yo me hubiera dado la vuelta (él es más temerario que yo). Y así, sin quererlo ni beberlo, casi nos plantamos de nuevo en el Mulhacén. Total, que había que pararse y estudiar la situación. ¿Solución? "Tó tieso pa' bajo". Descenso guapo por el único lugar que nos ofrecía la orografía del lugar, y es que Sierra Nevada también tiene paredones de los guapos, os lo puedo garantizar. Una vez en Siete Lagunas, hicimos una breve parada para reconocer la subida, al mismo tiempo que tomábamos un pequeño bocado. Decidimos subir por un pequeño y expuesto corredor. Ya sabéis, agachar la cabeza y no parar, esa es la manera. Ah, y tampoco mirar para abajo si tenéis vértigo. Llegada al circo de la Alcazaba y últimos metros hacia dicha cima. Otra vez a disfrutar del momento. Para mi era la primera vez que llegaba a esta cumbre. Ya le tenía ganas. Las vistas increíbles. Brutal la cara norte y la imponente silueta del Mulhacén. ¿La meteo? Todavía seguía empeñada en ponérnoslo gris. Ritual de cima y a deshacer el camino realizado. Unas 3h horas de regreso hasta el refugio. ¡La cuenta y la puerta! Así concluía nuestra breve estancia en Sierra Nevada. Mochilas cargadas y regreso hacia la Cebadilla. Se acabó lo bueno.
En definitiva, un buen chute de montaña en plan kamikaze en algunas ocasiones, y es que hacer Mulhacén y Alcazaba en menos de 7h (el grupo que nos precedía se levantó a las 5 de la mañana y regresó a las 5 de la tarde) ya nos dice bastante de como están las cabezas del par de mendas. Para que os hagáis una idea, solamente en hacer la Alcazaba se tardan 8h. En fin, un disparate, pero bueno, a nosotros nos gusta y disfrutamos siendo masocas del monte.
Hasta la próxima...
Trekking junto al Río Poqueira.
Barranco Poqueira.
Inmortalizando el momento.
Llegando al Refugio Poqueira.
Compañeras de montaña durante la ascensión al Mulhacén.
Río Mulhacén. Al fondo, la cara oeste del Mulhacén.
Collado del Ciervo. Pedazo de mirador.
Cara norte del Mulhacén. Impone.
Alcazaba y Laguna de la Mosca, debajo.
Parte final de la ascensión al Mulhacén. Al fondo, el Veleta.
Amiguillo volador en la cima.
Cumbre del Mulhacén (3482m).
Selfie en lo más alto de la península.
Pico Veleta (3395m).
Alcazaba. La cara agresiva de Sierra Nevada.
Otra más. El modelo es Paquito Sevilla.
Todo para nosotros.
Surfeando a 3000m de altura.
Refugio Poqueira una vez terminada la jornada. A descansar.
Les cabres del Poqueira.
Loma Mulhacén. A por la Alcazaba.
Bonito lugar para pasar la Semana Santa. ¡Yeahhh!
Vamos pa'rriba.
Tapando nuestro objetivo.
Paquito y sus selfies.
Sobre mi cabeza, la Alcazaba. ¡Brutal!
Descendiendo a Siete Lagunas.
Grietaca.
Directos al corredor.
Por allí está la chicha.
Calentando motores.
Últimas rampas...
Un resbalón y...
Cerquita de la Alcazaba. Por fin.
Increíble el Mulhacén desde la Alcazaba.
El dúo en la Alcazaba (3371m).
Disfrutando el momento.
Vereda de la Estrella.
Ahora toca volver. Es lo que tiene subir...
Ya estamos de vuelta.
El mejor espantapájaros que verás en mucho tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario