Subida al Veleta

Cumbre del Veleta

Datos de la ruta

Punto de inicio

Hoya de la Mora

Altitud máxima

3395m

Tiempo de ascensión/descenso

4h30'

Dificultad

Baja-Media

Longitud

16km

Desnivel

890m

Buenas compañeros/as de montaña 

Qué mejor manera de celebrar un final de exámenes que realizando una ascensión a una de las cimas más emblemáticas de Sierra Nevada; el Veleta. Mucho difería el aspecto de la sierra del año pasado con respecto a este, y es que en 2013 el manto blanco aún cubría casi de forma homogénea todos los rincones situados por encima de los 2800m. Sin embargo, este año no fue tan generoso y solo pudimos disfrutar de algunos neveros aislados. Sí, pudimos, ya que en esta ocasión me acompañaría mi compi de fatigas Paqui. Para ella fue un primer contacto con la alta montaña, ya que nunca había puesto sus pies en Sierra Nevada, y mucho menos había hollado un 3000. Así, nuestros pasos comenzaron sobre las 10:15 de la mañana, una mañana muy apetitosa en la cual el sol nos recibía con aires primaverales y la temperatura se mostraba respetuosa en la Hoya de la Mora. Poco a poco fuimos ganando altura por el sendero señalizado que asciende perpendicularmente a la carretera, llegando casi sin previo aviso a uno de los lugares mágicos de este sistema montañoso: las Posiciones del Veleta. Este enclave natural constituye un fantástico mirador con el que poder deleitarse de los gigantes de Sierra Nevada: Alcazaba, Mulhacén, Los Machos y la imponente cara norte del Veleta, respaldada en su base por su Corral, último reducto glaciar de estas montañas, se muestran impolutos ante nuestras miradas. Aún recuerdo la primera vez que pude contemplar aquella maravillosa estampa, allá por el 2012. Son impresiones que quedan retenidas en nuestra retina para siempre, y creo que Paqui estará de acuerdo conmigo, ya que sus palabras de asombro se alargaron hasta incluso después de llegar a Granada. Lo cierto es que es una maravilla y una suerte poder disfrutar de estos paisajes. Aún estábamos a poco más de 3100m. Seguimos ascendiendo, esta vez por la carretera y posterior pista que llega casi hasta la misma cima. ¿El motivo? La molesta niebla que quiso acompañarnos en esta parte final de la subida. El frío también apareció casi de repente, tornándose aquella apetecible mañana en un ambiente de lo más invernal. La cima ya quedaba a un paso. Últimos metros y cima. Una vez arriba era momento de disfrutar de la inmensa tranquilidad que acostumbran a transmitir las cimas. Sentados sobre el gran precipicio de la cara norte de esta cima repusimos fuerzas e inmortalizamos el momento, gozando de las pocas vistas que nos dejaba entrever la caprichosa niebla. Escuchar el silencio y olvidarse de todo por un momento, eso fue lo más gratificante de nuestra pequeña estancia en el Veleta. También tuvimos la suerte de compatir la cima con algunas cabras montesas y con varias personas, entre las cuales nos llamó poderosamente la atención un hombre mayor con problemas en ambas piernas. Este hombre consiguió llegar a la cima en un alarde de esfuerzo y coraje, ayudado por sus compañeros. Una vez arriba, besó el vértice geodésico y llamó a su mujer con una emoción contenida como pocas veces he visto en mi vida. De verdad, aquello me marcó y me dejó aún más claro el verdadero valor de las montañas. Pero anécdotas atrás era momento de descender. Mismo camino de vuelta. Así concluía un magnífico día de montaña en la mejor compañía. Gracias a Paqui por estar a mi lado en todo momento y enhorabuena por su primer 3000. Espero que lo disfrute por mucho tiempo y que el mismo suponga el inicio de una larga vida de montaña y deporte.

Hasta la próxima...

 

Paqui posando junto a la Virgen de las Nieves. La jornada empezaba con un día magnífico en la montaña.

Haciendo un poco el canelo. Cosas de la altitud...

 Primer contacto de Paqui con las nieves de Sierra Nevada.

 Detrás de mi, Pradollano y la Hoya de la Mora.

Ganando altitud poco a poco.

El gigantesco radiotelescopio IRAM.

 Posiciones del Veleta. Creo que Paqui soñará con este lugar más de una vez...

El dúo dinámico.

Un vistazo hacia los Tajos del Cartujo.

Gran nevero en las inmediaciones del Veleta.

Compañeras de cima. Tan tranquilas ellas.

Corral del Veleta desde la cima. Último resquicio glaciar de estas montañas.

Poquitas vistas desde la cima. Niebla caprichosa.

Vértice geodésico del Pico Veleta, a 3395m.

 Su primer 3000. La alegría y la satisfacción en estado puro. Enhorabuena campeona.

Otro Veleta más. Por muchas que suba jamás me cansaré de estos momentos.

Selfie de altura.

Disfrutando de la magia del momento.

Otra más.

 

Lo más complicado de la ruta. Aún no domina los pasos con nieve ;)

Bonita estampa para terminar la jornada.